
Cuando alguien ofende a otro se justifica a sí mismo diciendo que ha dicho la verdad, pero hay que tener en cuenta que porque algo se diga a la cara no tiene por qué ser verdad. La verdad puede ser un arma de doble filo. Muchas veces hace más daño que una mentirijilla o un "ocultar la verdad". Con todo esto no quiero decir que la verdad sea mala, sino que a la hora de lanzarse a ella hay que estar seguro de que eso sea así y pensar muy bien cómo decirla, sabiendo que muchas veces puedes hacer daño.
¿Te atreves?
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